En la Nochevieja de 1937, Katey Kontent, mecanógrafa en un bufete de abogados de Wall Street, y Eve Ross, su compañera de pensión, salen dispuestas a exprimir a fondo la libertad que promete Nueva York. Se dirigen a The Hotspot, un bar de tercera fila donde se toman el jazz lo bastante en serio como para que nadie moleste a dos chicas de buen ver, y donde la ginebra es suficientemente barata como para beber un dry martini cada hora. Cuando los tres dólares que llevaban se agotan, aparece en escena Theodore Tinker Gray, un joven cachorro de la aristocracia de Nueva Inglaterra, luciendo una sonrisa arrebatadora y un abrigo que Katey y Eve no podrían pagar con sus sueldos de un año. Juntos acabarán celebrando la llegada del año nuevo en Times Square, en una noche que marcará el principio de una amistad que transformará sus vidas. Este encuentro fortuito supondrá para Katey el acceso a círculos selectos de la sociedad neoyorquina, en los que, gracias a su agudeza, sus nervios de acero y su intelecto, logrará que se le abran muchas puertas. No obstante, inmersa en un universo resplandeciente, un mundo frívolo y disoluto habitado por personajes de dudosa procedencia, Katey tendrá que descubrir las reglas del juego para adaptarse a los desafíos de la gran ciudad.La crítica ha dicho...«Una ferviente evocación de la alquimia social basada en los encuentros casuales que se producían en los garitos del Village, las cafeterías de Wall Street, los elegantes clubs de Manhattan y los locales clandestinos del Lower East Side.»The New York Times Book Review«Escuchen algo de Billie Holliday, sírvanse un dry martini y sumérjanse en la azarosa vida de Katey Kontent. El autor demuestra conocer tan bien el mundo privilegiado que describe como los expresivos personajes, ocasionalmente insensatos, que lo habitan.»People«Un debut impactante [...] destaca por su potente argumento, sus personajes auténticos y una voz influenciada por Capote y Fitzgerald, si bien es claramente fiel a sí misma.»Publishers Weekly«Una muy buena primera novela que merece atención [...]. La gran virtud de Normas de cortesía reside en la detallada y certera evocación del Manhattan de los años treinta.»The Wall Street Journal«Brillante y bien logrado [...]. Un debut de especial elegancia [...]. Los detalles históricos son precisos y evocativos, pero nunca restan interés a los personajes, cuyos problemas son las eternas cuestiones de identidad y valoración de uno mismo.»The Boston Globe