Julia es periodista, acaba de separarse y decide dejar atrás Madrid y regresar a su pueblo, en Galicia, con su hijo Sebas, para cambiar de aires y cuidar de su madre. El niño tiene diez años y está convencido de que su abuela Luz es el dios Thor, porque nunca se separa de su martillo. Aunque esconda polvorones en las medias, beba Sansón hasta ver doble y diga mentiras sin parar, Sebas adora a su abuela. Es una diosa, y ha convertido su jardín en un templo. Pero para Julia volver a la casa familiar supone enfrentarse a un pasado lleno de secretos que necesita desvelar y a la desaparición de su padre, que hace más de treinta años se fue sin despedirse.El narcotráfico en la Galicia de los años noventa, el mundo de los cuidados y la búsqueda de la verdad envuelven esta historia llena de humor y habitada por unos personajes inolvidables.Después del éxito de Infamia, Ledicia Costas muestra de nuevo su gran talento creativo con Golpes de luz, una novela tierna y salvaje.